Para amarte tuve que asesinarte porque
el néctar de tu flor se metió entre
las palabras de los poemas que no te
escribí Para amarte tuve que pensar
y abandonar porque a ningúna orilla
llega el que no contempla la tormenta
y la calma sobre los mares Tuve que
abrir tu cráneo y devorar las ideas
que me diste como piedras preciosas
para asesinarlas y transformarlas en
tierra otra vez Tuve que comprender
que tus manos y tu espalda y tus ojos
tan tristes no llevan a ningún lugar
Solo a tí
viernes, 10 de febrero de 2012
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