viernes, 10 de febrero de 2012

Para amarte tuve que asesinarte porque
el néctar de tu flor se metió entre
las palabras de los poemas que no te
escribí Para amarte tuve que pensar
y abandonar porque a ningúna orilla
llega el que no contempla la tormenta
y la calma sobre los mares Tuve que
abrir tu cráneo y devorar las ideas
que me diste como piedras preciosas
para asesinarlas y transformarlas en
tierra otra vez Tuve que comprender
que tus manos y tu espalda y tus ojos
tan tristes no llevan a ningún lugar
Solo a tí

No hay comentarios: