domingo, 12 de febrero de 2012

silenciosamente contemplar los que hemos sido.
las camas se incendian mientras nos alejamos
de las noches de lujuria. no quedan lobos atrapados.
ahora cada uno se desnuda bajo la solitaria luna y
no hay rostros para la contemplación. una tierra
para ir a descansar y a recoger la cosecha. un
espacio vacío para ocupar. la tierra es tan honda.
desde el abajo llegan las ondas submarinas. las
voces de ultratumba. adónde iremos a vivir cuando
caigan las constelaciones sobre la epidermis? adonde
iremos a recibir el nuevo sol? revolver la olla
sobre las fogatas. recoger los pergaminos del
futuro. el oro incandescente. adonde iremos a
dormir cuando hayamos olvidado las pieles de
nuestros amantes? ahí quiero despertar
mañana. cuando los 108 días me abandonen y yo
vuelva a sentir mis manos vírgenes.

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