sábado, 27 de septiembre de 2008

el arte de despertar

si como dice cortázar “ la gran función de la literatura es tender puentes de complicidad”, la poesía tiene el deber y el placer de tomarte de la mano mientras cruzás. la poesía son los paisajes interiores, los paisajes invisibles. la conexión con dios. escribir un poema es comprender algo. escribir un poema es estar despierta. y un poema se escribe con los ojos, con la melancolía, con los pies, con el sexo. un poema se escribe con el hambre, con el miedo, con el terror. un poema se escribe con la sangre con la rabia, con el deseo. un poema se escribe con las infinitas manifestaciones del amor. por ello, y principalmente, la poesía, el acto de hacer la poesía, es un proceso de sanación, un acto de curación. un puente directo hacia tu verdadero ser: debajo de todas las máscaras, el puente, los puentes por donde cada día me acerco más a mi real ser. pero, la poesía tiene el deber de tomarte de la mano mientras los cruzás. la poesía debe ser un activador de conciencia. un golpe de lucidez. un despertador. la poesía debe decir la verdad por sobre todas las cosas o desmoronarse como una alucinación.

los poetas son seres que intentan conectarse. en su intento pueden llegar a lograrlo. entonces su responsabilidad es sacar sus imágenes, metáforas y versos del cajón, inundar las calles virtuales y reales de su ciudad con sus revelaciones. en mi ciudad veo, escucho, me interesecto con poetas-despertadores cada día. están acá. vibrando sus revelaciones. están acá comunicando. abriendo pasadizos secretos al centro de vos mismo. estamos despertando constantemente dentro de nuestro sueño. los poetas de mi ciudad, de mi gran ciudad que es uruguay, que es parte de una mayor ciudad que es américa latina, que es parte de una gran ciudad que es la tierra, estamos despertando. se puede palpar. se puede sentir. se puede experimentar. todos somos poetas mientras dormimos dice jung, y lo traigo aquí en el sentido de que todo somos susceptibles de ser el poeta que llevamos dentro. yo creo que la minoría de seres que no han sido atrapados por las limitaciones de la mente, por las limitaciones de la “globalización” concebida como la sistematización de la vida, tenemos la hermosa tarea de hacer recordar a los otros. los dioses que somos. nadie vino por casualidad.

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