sábado, 13 de septiembre de 2008

psicatrices

hoy vi el rostro del hombre que amé
entre las multitudes
el rostro que antes me hacía correr por un tobogán
que me hacía tragarme las pastillas sin dolor
que me elevaba como un mago sobre la cama

el rostro del hombre que amé me miró
conmovido
corrompido por la ilusión imaginaria
de verme entre las multitudes
tantas veces

pero hoy
vi el rostro del hombre que amé
y seguí caminando avejentada y sin amor
para él
ni nadie
gris y vacía
como una multitud ruidosa
que no dice nada




en el centro de la habitación
hay un monstruo de cajas
esperando que de vuelta mi rostro
para devorarme con una transformación nauseabunda
por ejemplo
convirtiéndose en una figura humana
que dice
ven




me llama
a veces me dice que envuelva mi cuerpo
con sus manos
a veces cuando cierro los ojos bajo la ducha
lo presiento entreabrir la puerta
como si metiera sus dedos entre mis pulmones




a veces escucho la voz
que me llena los ojos de humo
la que hurga en mi sexo buscando nada
ni placer
ni deseo
ni futuro

no hay mis hijos
en este día
donde solo puedo
asesinar
a todos mis amores




corro perdiendo las cosas que encontré
los nombres los olvido
olvido la piel que me salvó
la mirada de los que me quisieron

soy asesina arrinconada
con las venas rotas
pidiendo perdón sin saber
de quiénes son los dedos
apilados junto a mí




tres sensaciones distintas
las tres tienen la forma de tu nombre
las tres están llenas de sangre benigna
las tres te han olvidado
las tres lloran por vos
sin saber
quienes son




estás escribiendo
sobre los dedos rotos
del que llora por vos




cables enterrados en la piel
delicadamente
como con hilos hechos con
pez espada

entra el enfermero
levanta mi cuerpo
y lo gira
porque yo no puedo

en la pared hay una imagen
un paisaje conocido y misterioso
en la pared hay un cuadro
con un bosque de un día de verano

no hay nada mas monstruoso
y horrible
que haya visto en mi vida

ese cuadro de bestia
que me ha salvado
que cuando bendan y mojan mis tajos con yodo
yo lo miro y comprendo
que ahí estoy corriendo
sola





las canillas están abiertas
el día tiene los bordes iluminados por el sol
pero en el centro
en el centro mismo
en el corazón mismo de este día
hay un hombre de espaldas
hay un hombre de espaldas
que me mira
y que entra a mí
desde todas las canillas
abiertas
y cerradas




no quiero cerrar los ojos
no puedo cerrar los ojos
tengo miedo de ver
lo que tira abajo
un sistema nervioso
como un balde de agua
empapando el grito de un fantasma




abro tu boca
desde el lejos
desde antes de que me imaginaras
cuando tu madre gemía en el cuarto de al lado
y vos jugabas con los gatos
abro tu boca
para llenarla de otros nombres
de palabras que no te ahoguen
de palabras que te hamaquen
y te adormilen
lejos de mí




desposito mis venas
sobre la distancia
entre nosotros
para que no vengas
para que no vaya

rabia de dolor callado
si abro la boca para decirte
con odio
que no te amo




todo tan triste
todas las guirnaldas quemadas
todas las heridas muertas

las líneas que surcan mi piel
no son nada si corto
con los dientes
el cuello de las palabras
que te dí
alguna vez
en un futuro muerto




es peor
es mucha peor esta silla
ubicada al costado
de la habitación

esperando nadie
sabiendo que nada
la salvará





abrí la laringe
como un pato de cuello largo
como un túnel
o como el sexo de una mujer
en la oscuridad
y dejé salir el humo





el terror es blanco
no tiene rostro ni dedos
si cierras los ojos te duerme con el canto
de una mujer de lejos
si lo muerdes no es veneno
ni agua ni sangre ni semen
si lo esperas cuando lo sientes aparecer en tu espalda
no lo tendrás
si lo inhalas en la sombra y no esperas su devoración
te agarrará de la cintura
como el hombre de tu vida
o como un amo




con un tenedor
raspar tu espalda
sin que lo sientas
aunque si esperas
entre línea y línea
fumando un cigarro
escuches
un vacío
conmovedor





me voy
ahorqué a todos
uno a uno los metí en bollones viejos
de mermelada y los dejé en la esquina
para que alguien los lleve lejos
al fondo del mar o de una heladera
para que no haya más clavos en mi cuerpo
para que no haya espacio
alrededor de mi futuro





no te voy a perdonar
abrí la cloaca donde dormías
para que pudieras empezar a vomitar
alejándote

no te voy a perdonar
recorrí todos los caminos donde estuvimos
y enjaboné las plazas
y tiré fuego a los bosques

y a las noches donde dormimos
volví
para quemar encapuchada
la cabaña donde estamos abrazados
amándonos todavía
salvándonos de la asesina
que soy

no te voy a perdonar
voy a ahogar tu laringe
en una bañera llena de pastillas
necesito ver tu cuerpo irse por
el círculo / la puerta /
que lleva a otros mundos




se que estás llorando
se que tus años abrieron un túnel
de varios kilómetros
sé que te estás ahogando
se que los dedos sobre los que estás escribiendo
están sangrando

si pudiera me acercaría para cortarlos
si pudiera los bendaría y haría una puerta
si pudiera me alejaría de tu vida
con un portazo
final

noviembre 2007

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