“concédeme grandeza de corazón, grandeza de corazón,
que nunca más se bifurcará” canto guaraní
asunción
para francisca
paso otra vez por donde está presa francisca andino
y los árboles se estremecen conmigo
de tanta libertad contenida entre cuatro muros ficticios
(pero nos ponemos felices
los árboles, yo
de poder mirar
y poder entender
que no hay dios más grande
que el que nos regala
cada mujer cada árbol
cada hombre cada niño
mientras caminamos
todos en mi
mientras paso
al lado del cuartito
donde ahora
francisca sueña)
asunción II
tal vez sea una vaca pastando rojiza a la sombra de un sol
su cuello atado a una cuerdita a punto de romper
tal vez sea la noche agigantada en el horizonte
desde la casa del hombre que amo
tal vez se repita su historia en la imaginación
de las hormigas
tal vez se produzca esa ola entre los que fluyen
y saben donde está la vida
sangre y libertad
sangre y libertad
y tal vez sea
una vaca pastando rojiza
bajo la sombra del sol
preparándose para explotar
el principio
de la real
revolución
pierra
tres ríos recorren mis piernas
tres ríos como madres antiguas
tres que riendo dicen vida
y llorando avanzan imparables
sobre el camino vertical
tengo tres ríos rojos
como el color del miedo
tres rojos dolores de amor
poemas besados sobre mi piel
para que aprenda
que los tres son regalos:
puertas como ríos
que llevan a la tierra
asunción III
qué es haber dormido
enredada al amor
hace 3 noches
y hoy nada
qué es haber comido
cocinado aprendido
lo que es una piña
pelarla
pincharme con su piel
qué es haber descubierto
que soy dios, también
sentada en una plaza
llorando sin llorar
pidiendo sin pedir
que se manifieste otra vez
la claridad
en mí
el miedo
me come el corazón
su rostro son mis manos tapando
una mujer escondida en el barro
vientre de barro
tu canto es antiguo y sabio
y me cura mientras muestras
figuras que me espantan
desde la desembocadura
veo aún el semen primario
abrazar tu cintura
el amor es tu cuerpo
y tu mente y tu alma
y sos mi madre
comiéndome de a besos
para mostrarme
que soy
tu madre
los susurros malignos
lodo estancado en los suburbios de mi diafragma
puedo empezar a vomitar silencio
es un dolor antiguo
de antes de mi vida en ésta carne
con tres ríos de sangre o con dientes de alegría
o árboles que crecen como pájaros
desde mi mano
es un fantasma vivo
muerde mi espalda cuando despierto
y de su rostro sale una máscara blanca
una hoja vacía un mapa sin líneas
es una madre muerta
y es una hija loca
o quieta
rodeándose con dedos los tobillos en una plaza
sabiendo que lo que ve son los demonios
que la harán despertar
ojos
entre la heladera y la ducha
hay una mirada desde arriba
apreta mis omóplatos
me impide respirar
cuando comprenda mi pobre cuerpo
que para matarla basta mirarla
comeré su cabeza
como un banquete celeste
en el desierto vacío
y puro
y beberé su máscara inerte
que tendrá de ojos
mi cara
el terror
con tus ojos
cuando te mire
y no me oculte
bajo mis párpados
haré un bálsamo
para mi pasado
y saldré de mi cuerpo
como por un vientre
y te agradeceré
colombre mío
por haberme tenido
tanta paciencia
los gritos
todos los ojos se abren
son mis rodillas mis venas la grasa
de mi epidermis el pelo humedecido
mis uñas mi respiración
todos los ojos
los de la pera los de la nuca
los de mi boca abierta los
de mis tobillos los de mi forma
de levantar la taza por la mañana
los de mi oreja los de mi bostezo
los de mi mierda y mi beso
los de mi llanto y mis cicatrices
los ojos
de mis plantas y los de mis huellas
y los de mi pene y los de mi vulva
los ojos de mi vientre y de mi forma
de bailar cuando duermo y los de
mi sueño y los de mis dientes y los
de mi alimento
mis ojos
todos mis ojos abiertos ahora
comienzo a mirar con todos mis ojos
desde todas las esquinas
para verme
entera
sol
emerger
salir de entre la espuma de lodo
salir como un recién nacido de los escombros
resucitar
despertar por primera vez en este sol
estar pelado
y desnudo
y con las manos llenas de flores
no dedos, flores
no pies, raíces
no ojos, bosques
no bocas, desiertos
no nariz, lagunas
no espalda, selvas
no abdomen ni senos ni caderas ni cintura,
una cadena de montañas
respirar como un antepasado de tierra
respirar como un planeta lejano y sabio
brillante y con música en sus venas
el desierto
deberás atravesar tus bosques mentales
tus cloacas de terror
para comprender que siempre
es en vos/ en tu corazón
en los recuerdos de tu imaginación
que se agolpan tus miedos
besalos en la boca
mordeles sus cabezas
liberalos en vos
sólo así podrás ver la verdad
la cuarta dimensión
y la siguiente y la siguiente
y las siguientes
viajar en vos
es vivir
tierra en mi boca
tierra en mi boca
vomito luz hasta no saber
cual de todos es mi nombre
pero sí cual es mi hogar
tierra en mi boca
pido perdón a mis antepasados
por olvidar tanto saber
y recordar solo el dolor
tierra en mi boca
el miedo
es la máscara de un fantasma
sin rostro
que viene a mí
para tocarme
tierra en mi boca
vomito aún
voy a morir
rompo la bolsa terruna
como naciendo
como saliendo
como una raíz
liviana
tengo mi cuerpo en mis manos
el fantasma que era
se está disolviendo en la sombra
de la que ya no soy
la luz de mi cuerpo
estalla en silencio
como una sinfonía
de copos de nieve
sin temperatura
todo es blanco ahora
abro los ojos y el cuerpo
que tengo en mis manos
ya no es el fantasma
que ha desaparecido
alquimia cotidiana
voy a caminar hacia el centro de la ciudad y
cuando todos los fantasmas y todas sus máscaras
y todos los robots y todos los marcianitos y
todos los malditos torturadores de mi padre y
todos los doctores y todos los violadores y
todas las brujitas malas y todos los magos malignos y
todos los capitanes de los barcos hundidos y
todos los malditos usurpadores de mi amor
me intercepten para comerme
los miraré a los ojos
hondamente
hondísimamente
y me echaré a sus brazos
enloquecida y riendo
de tanta magia
en explosión
el viaje
hay un camino adentro mío
que me lleva por los días como
por un tobogán de inciertas manos nuevas
un camino con boca de flores y olor a tierra
tiene risa de otros que son yo también
un túnel de vientre como una erupción
benigna
de amor
tanto miedo
tanto miedo
no te salvará
no temas
nadie
te
va
a
devorar
solo debes estar en el presente
intensamente
y liviana
como una flor
como una raíz
que está mirando
el rostro
de la tierra
que soy
montevideo
como tu calle comiendo tu mar
como tu canto de mujeres fregando a la noche
mientras vuelven sus maridos de la construcción
y la perra de mi amiga sale a tus plazas
recorro y corro por la espalda gris de tu amor
por el vientre verde de tu garganta
por la piel celeste de tu mirada sobre mí
vuelven las niñas a mirar el televisor
y vuelven los niños a encender las computadoras
para ser los saumerios esta vez
o los gigantes
detrás del que vende los diarios
sin embargo
yo veo tu don
detrás de la que pide las monedas
para comprar la leche para su niña
sin embargo
yo lloro contigo y con todos
los árboles no se quejan
ellos saben que todo
acaba de empezar
y que tu río nos cuida
como una madre
alimentandonos
secretamente
asunción/montevideo
últimas lunas del año mago lunar
sábado, 13 de septiembre de 2008
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